Isla de oro y esmeralda
paisaje de contemplación
Amor que crece en la distancia.
Intocada por mis pies
no hay sendero que me lleve a ti.
Sólo las alas de mis ojos
vuelan a tus colinas
cubiertas de un manto sacro
hasta cegarse en tu desnudez
de deslumbrante cordillera.
Háblame desde tu vientre.
¿O tendré que lanzar un grito
y en eco regrese tu susurro?
Al menos con leve brisa
regálame tu aroma
para recordarte siempre.
- Ben Morales-Correa