Técnica

Debiera presumirse que todo artista que se autodefina como tal tenga conocimientos más allá de lo básico y ejerza dominio sobre los instrumentos y materiales para realizar concretamente su trabajo. De hecho, algo así se espera de quien fabrica una silla o de quien prepara un menú. Sin embargo, son muchos los artistas que, sin estudiar a fondo sus recursos ni desarrollar la destreza en su manejo, se lanzan a realizar obras de arte con procedimientos dizque experimentales cuyos resultados se obtienen en gran medida al azar. Estos artistas sucumben al aspecto lúdico del arte, con la excusa de la creatividad y la esperanza de obtener resultados únicos y sorprendentes, que los distingan como visionarios con un estilo excepcional y sin parangón.

Si bien es cierto que la técnica y el estilo van ligados, estos términos ni son intercambiables ni mutuamente excluyentes. Mientras el estilo persigue manifestar expresiones exclusivamente humanas a través de cambios a las formas existentes de la naturaleza, la técnica consiste en la ejecución de tareas que conduzcan a esos cambios.

No obstante, algunos artistas ven en el manejo peculiar de pintar una oportunidad para distinguirse y convertir su obra en lo que la publicidad persigue a través de la marca: una lealtad exclusiva que rebase los atributos mismos del producto en la decisión de compra y elimine cualquier otra opción.

La técnica no es el arte. La técnica es una destreza, y el objetivo de todo artista es perfeccionar las técnicas adquiridas y desarrollar nuevas que permitan transformar un concepto visual en una realidad visible.

Cada medio tiene sus técnicas propias y otras compartidas.

La técnica en el arte de la pintura se refiere a unos procedimientos que se manifiestan principalmente en la superficie de la obra realizada, independientemente del estilo. Por ejemplo, los llamados Cuatro Modos Canónicos del Estilo Renacentista Italiano, unione, sfumato, chiaroscuro y cangiante pueden aparecer en obras de arte de otras épocas y regiones. Otras técnicas más reconocidas son las de impasto, velatura, grisalla, alla prima, puntillismo, espatulado, rasgado, pulido, etcétera.

La pintura puede aplicarse tanto gruesa como delgada, opaca o transparente, seca o aguada, directa o en capas, desde pinceladas finas y cortas hasta brochazos gruesos y largos, con pinceles de diversos tamaños, tipos y cerdas, inclusive con espátulas o los dedos.

Qué tan importante es tener una forma peculiar de pintar?

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