Introspecciones

Las obras reunidas en esta nueva propuesta de Morales-Correa presentan un diálogo que oscila entre la abstracción y lo figurativo, con claro predominio del anterior. Es evidente que el artista ha trascendido la mera percepción de lo externo. Una mirada adentro se ha impuesto y, como resultado de este proceso de introspección, la imaginería se ha desprovisto de toda frontera, hasta alcanzar múltiples interpretaciones, más allá de los márgenes del soporte visual.

¿Cómo logramos encontrar el yo mismo (ego) a través de nuestra percepción de la realidad externa? Sabido es que no podemos desarraigarnos de la vivencia de sucesos agradables o dolorosos al contemplar una obra de arte. ¿No es acaso este rol detonante de sensaciones el papel protagónico que desempeña el artista como observador individual de una realidad colectiva? Nos referimos a las sensaciones derivadas de las imágenes que el artista representa en iconos codificados por su propio lenguaje plástico.

Las percepciones externas y las introspecciones han sido aquí codificadas por los campos blancos de sinuosa texturación caligráfica, el trazo alargado y las incisiones de trasluz, siempre presentes en la obra de Morales-Correa. Son estos los elementos a los que el artista recurre para construir su punto de vista en perfecta voluntad de ubicación.

Francisco M. González