Trazo liberador

¿Qué pueden lograr reclusas de distintas edades comprometidas con una clase de Arte? La exposición “Juntos para RehabilitARTE” lo demuestra.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé (Fundación Angel Ramos)

La invitación del facilitador de Arte eliminaba cualquier duda de las estudiantes ante sus capacidades artísticas. “Empiecen feo”. Así, Ben Morales-Correa, las aborda en el taller que ofrece en el Complejo de Rehabilitación para la Mujer en Bayamón, gracias al Proyecto de Servicios Psicoeducativos que gestiona la Fundación Felisa Rincón de Gautier desde el año 2002.

Nilda Acevedo, Carmen Nieves, Johanna Álamo y Betzaida Maldonado acudieron a la exhibición de sus obras de arte.
Nilda Acevedo, Carmen Nieves, Johanna Álamo y Betzaida Maldonado acudieron a la exhibición de sus obras de arte.

En este caso, lo que comenzó “feo” terminó bonito según confirmaron los trabajos de estas artistas reunidos en la la exposición “Juntos para RehabilitARTE”, que recientemente abrió al público en las instalaciones de Fulcro Insurance, situadas en la calle San Francisco del Viejo San Juan.

Las obras exhibidas fueron creadas por participantes en el antes mencionado complejo carcelario de Bayamón, así como en el Centro de Detención Juvenil en el mismo municipio y en el Hogar Intermedio para Mujeres en San Juan. Cerca de 90 reclusas reciben talleres de Calidad de vida, Maternidad a distancia, Computadora, Inglés, Dibujo y Pintura, Salsa y Zumba, ofrecidos por la fundación con el apoyo del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

“Es igual la experiencia con todos los estudiantes, siempre están los temores de que no quede bien la obra, hasta yo mismo los tengo cuando pinto”, reconoce el  profesor Morales, “claro que para ellas esto representa algo muchísimo más liberador; se sienten muy bien, se tratan con respeto, comparten bien en la clase”.

Explica el profesor que primero hacen ejercicios básicos de dibujo para que “cuando empiecen a pintar se sientan más preparadas”. Ahí es cuando las invita a pintar feo.

“Yo les insisto, todo el mundo quiere hacer algo bonito desde el principio y, si eso pasa, siempre vas a estar temiendo que no te salga. Yo les digo ‘no, tú tienes que empezar feo y ya tú verás que a medida que progreses el cuadro se va a ver tan lindo que ni tú misma lo vas a creer. Ese mismo proceso les da mucha más confianza”, asegura Morales.

Los resultados son interesantes. Johanna Álamo nunca había pintado y aún se sorprende con lo que logró.

“Para mí fue una experiencia que nunca se me había ocurrido, jamás y nunca pensé que mis manos podían hacer todas esas cosas que yo hice y que han podido hacer cada una de mis compañeras”, dice entusiasmada Álamo durante la apertura.

Ella confiesa que reconocer su capacidad en esta destreza la ayudó a “estar segura de mí misma, a pensar que yo sí puedo”. “Además de pintura puedo hacer un montón de cosas, ahora sigo pintando por ahí pa’ abajo, tengo mis dibujos aparte para cuando salga, seguir pintando”, anticipa Álamo.

Nilda Acevedo era la otra cara de la moneda. Siempre dibujó desde chiquita guiada por su papá y su abuelo. “Aprendí mucho”, describe su experiencia en el taller, “y también aprendí mucho de ellos ellos (padre y abuelo). Ellos fallecieron pero me quedé en mi mente con el dibujo”.

Otras disfrutaron la oportunidad pero reconocen que el arte no es su fuerte.

No es lo mío”, cuenta Betzaida Maldonado, “a ella le apasiona y le mete en las sesiones (dice sobre sus compañeras) pero en las clases yo me pasaba peleando con el míster porque le decía ‘¡míster, esto no me sale!”.

Álamo agrega, entonces, que cada vez que la frustración se asomaba, el profesor Morales les decía “tú vas a ver que te va a quedar bien, dale, pon de tu parte”. “Él siempre nos da ánimo”, dice.

“Yo no pintaba nada hasta que llegué a esta clase. El maestro verdaderamente se esfuerza por enseñarnos, es excelente. Siempre que llegaba a esa clase me encantaba y tú te envuelves y como que te vas, no piensas que estás en ese lugar. Yo jamas pensé que iba a pintar, que iba a tener esas pinturas más nunca y mira. Me encantó esa clase”, comenta Nieves. Carmen Nieves tampoco se había relacionado con el arte y se sorprende con los resultados obtenidos.

Luego de su estadía en el Viejo San Juan, la exposición fue trasladada al Departamento de Corrección y Rehabilitación en Hato Rey donde todavía puede apreciarse. Para más información, llame al (787)723-1897.

Fotos: Ana María Abruña

Ben Morales-Correa es artista profesional y maestro de dibujo y pintura. Para cursos y talleres de arte, llame al 787-210-0864.

Su trayectoria incluye un gran número de exposiciones individuales y colectivas en espacios públicos y galerías de arte. Realizó estudios de Bellas Artes y Artes de Comunicación en San Francisco, California y laboró en proyectos comunitarios como el programa de pinturas murales de esa ciudad. Recibió una beca de la Academia de Arte de San Francisco en 1982, y el Primer Premio de Fotografía de la revista norteamericana Archaeology en 1995. Este año, obtuvo Mención Honorífica en la categoría de Pintura en la Primera Bienal del Museo de la Historia de Ponce.

Su experiencia como maestro de arte incluye cursos en el programa de extensión de la Escuela de Artes Plásticas, el programa de educación continuada de la Universidad del Sagrado Corazón y los talleres de arte del Museo de Arte de Puerto Rico. Durante el año 2012 hasta el presente es gestor de un curso / taller de dibujo y pintura, una iniciativa para fomentar la participación de la comunidad en actividades culturales creativas. Desde octubre de 2016 realiza un taller de pintura al aire libre en el Bosque San Patricio en San Juan.

 

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